viernes, 30 de abril de 2010

Mis amigos invisibles.


No es una declaración de locura.

Según la orientación ideológica, la ubicación geográfica y los intereses en la vida que se tengan, uno le puede agradecer o reprochar muchas cosas a Venezuela. Para bien o para mal, según distingan (como ya dije), de allá vienen elementos de la cultura latinoamericana muy constantes en los últimos años.

Las bellezas hechizas de plástico; grandes beisbolistas; discursos incendiarios contra el imperialismo yanqui; y, petrodólares*; todos tienen su origen en esta porción del Caribe. Pero existe un producto de exportación sobre el que considero su aceptación es generalizada: la música de Los Amigos Invisibles.

Esta banda venezolana, que ya tiene sus años en esto de la música, presenta una loca pero muy atractiva propuesta musical con su mezcla jocosa de acid jazz, ritmos latinos, rock, bossa nova y mucho, pero mucho, funk.

Estos seis panas (traducción literal más cercana de "weyes" al venezolano) han acompañado y colaborado con nuestras felices existencias (consciente o inconscientemente) con discos tan creativos como Arepa 3000: a Venezuelan Journey Into Space (2000), The Venezuelan Zinga Son, Vol. 1 (2003), Super Pop Venezuela (2005), Commercial (2009).

Desde entonces, premios, fiestas, giras, proyección internacional y muchas arepas es lo que ha llegado para ellos. Y como no, si a ellos debemos rolones perfectos para la hora de c… uchi cuchi como "Sexy", "Amor", "In luv with you", "Esto es lo que hay", "Mentiras", "La vecina", "Yo no sé", "Diablo" y un larguísimo y cadencioso etcétera.

Les dejo un poco de su inspirada lírica.

Me peino lo más que puedo
Bien limpio y arregladito
Me pongo interiores nuevos
y hasta me hecho un perfumito
Me voy pa casa de mi jeva
oliendo a jabón Camay
Me abre la puerta la suegra y le digo:
Esto es lo que hay!

Esto es lo que hay,
Si estas buscando un niño lindo
Esto es lo que hay.

* También son importantes sus aportaciones al futbol (de los peores del continente) y la gastronomía (con las arepas, aunque para gorditas de masa mejor las de aquí).

miércoles, 28 de abril de 2010

Mi si bemol.

¿Soy sólo yo o Mi si bemol de Los Caligaris (aplausos) es la canción más romántica de la historia? Quizá exagero y son las circunstancias del momento las que me hacen hablar así, pero de que es buena es buena.

Nunca he sido un tipo de poesía. Lo mío es la prosa. Sin embargo, estoy convencido de que si alguna vez intentara hacer una canción el resultado sería muy similar a la canción de la que les hablo.

Si lees este blog y eres hombre comprenderás lo que digo. Uno es torpe para expresar lo que siente. Por eso, estos tipos ofrecen ideas poéticas con cosas cotidianas. No hay necesidad de hacer metáforas elaboradas con palabras que uno no entiende. Recuerda que la idea de ojos como luceros ya está muy vista. Tampoco se trata de caer en el estilo arjonesco de composición.

Quizá te sientas muy elocuente. Muy seguramente tu estilo para hablar está dentro de la siguiente tipología: el ingenioso y jocoso; el burlón chinga-quedito; el incisivo y chismoso; el crítico e intelectual; o una compleja combinación de dos o más de esas virtudes. Todo eso te sirve para hacer una cancion así de buena.

Basta de bla, bla, bla y vamos a la rola en cuestión (al menos a su mejor parte).

…PUEDO CON UN SKA BAILAR UN LENTO
HACER BAILAR LA GENTE CON CUARTETO
LLORAR CON LA MURGUITA POR UN GOL
VOS SIEMPRE VAS A SER MI ROCK AND ROLL
(En gustos se rompen géneros. La intención se jode si a tu chica lo que la mueve es el duranguense. En ese caso, no lo vale. Déjala y busca alguna que si entienda.)

YO PUEDO JUNTARME CON EL ENZO,
A TIRAR UN PAR DE CENTROS,
JUGAR AL COCA COLA CON RONALDO,
VOS SIEMPRE VAS A SER MI DIEGO ARMANDO,
(Este sin duda debe ser el mayor piropo que un argentino puede decir. Aquí la analogía no es fácil. Exige una chica con amplios conocimientos de futbol. Pero si la entiende, esa chica es una joya y no debes dejarla ir.)

YO PUEDO EMBORRACHARME CON GINEBRA
Y DE LICOR UNAS COPITAS,
MAREOS DE FERNET, TEQUILA O RON
VOS SIEMPRE VAS A SER MI CERVECITA
(Si tu chica es abstemia, olvídalo. Pero si le gusta la fiesta y después de esto le da sed ya la hiciste. Después de todo, ¿acaso existe algo mejor que una cerveza helada?)

PUEDO MIRAR DE REOJO UN SACACORCHO,
O AL CUCHILLO MIRADITAS
TOMAR LA SOPA CON EL TENEDOR
VOS SIEMPRE VAS A SER MI CUCHARITA
(Aquí el asunto se pone surrealista. Pero noten que buen manejo del lenguaje para justificar esos momentos en los que a uno se le van los ojitos de paseo.)

YO PUEDO ENGAÑARTE CON UN SIMPLE RE MAYOR
O CON UN FA SOSTENIDO
Y AUNQUE ME GUSTA MUCHO EL DO MENOR
VOS SIEMPRE VAS A SER MI SI BEMOL
(Un dilema cabronamente cierto. Aplausos. Sin más comentarios.)

domingo, 25 de abril de 2010

Medicina alternativa.


Otro jodido domingo. Corrección, otro domingo jodido. Es el día del Señor (quien quiera que sea) y me siento enfermo. Bueno, qué imprecisión. No me siento, estoy enfermo. Al día de hoy son tantas cosas las que me enferman que ya perdí la cuenta y no puedo percibir cuál me golpea más. Me enferma el futbol (más Reyna, menos Chucho), las pulgas (-_-) y, sobretodo, la influenza.

Necesito algo que me ayude. Los remedios caseros de mamá son temporales. Aunque me resisto, necesito de la ciencia médica occidental. No más tecitos indigenistas. Al carajo con la tila mapuche. Coño, necesito un médico.

Pero, ¿cómo?, ¿otro? Si últimamente es lo que más abunda. Parece que se reproducen entre sí. Seguro se multiplican como los búlgaros echándoles leche. Para estar tan separadas nuestras ramas en el árbol de la ciencia se han manifestado con una singular regularidad. Llegan en todas las formas y por todos los frentes. Como amigos de toda la vida, amigos de amigos, primos de amigos, amigas de amigas, oportunistas, etc. Bueno, a tal grado que estoy seguro que si me atropellaran mañana el culpable sería un empleado del IMSS corriendo (sí, como no) para checar tarjeta.

¿Qué significara esta invasión?, ¿será una coincidencia? En algunos casos agradezco dichas coincidencias. En otras, bueno, para otras todavía no fijo una postura. Según un diccionarillo sobre sueños que tengo soñar con un doctor (y que conste, no es que sueñe con alguno) es signo de buena fortuna, riqueza, nuevo ambiente (díganmelo a mí), larga vida, etc. La verdad no es de fiar que ni una sola de estas interpretaciones apunte hacia lo negativo. Digo, alguna mala vibra habrán de cargar esos matasanos.

Nada que, mejor nos dejamos de cosas. Nada de chochos tampoco. Ya tengo mi remedio. Un mensaje. Sí, un comunicado abierto, al menos dirigido a la mitad de esos forasteros galenos: ¡Curen cesta!

Momento, el mensaje le viene bien a todos sin distinción. Entonces, que sea parejo el recado.

Qué curioso, ya me siento mucho mejor. Y pensar que muchos no le tienen fe a la medicina alternativa.

viernes, 23 de abril de 2010

La barba.


Que pica. Que raspa. Que se ve mal. Como quiera que sea al que le raspa es a mí, pero pareciera que todo mundo siente escozor por mí. Gracias por la preocupación. Pero prefiero aguantar eso mil veces a la irritación de rasurarme diario. Seguro que en eso no habían pensado.

La pregunta siempre es por qué me la dejo. Simple: porque sale. ¿Para qué ir contra natura? Si es un rasgo distintivo de los hombres; si la evolución dotó al hombre de la característica del vello facial –bueno, y a muchas mujeres también-, ¿por qué ir contra eso sólo por valores estéticos subjetivos? Según uno se ve mejor sin barba, es más aceptado y la imagen que proyecta es de “limpieza”. Puede ser. Pero concediendo eso podríamos decir que es una moda y, como tal, pronto se pasará y luego regresará, si no pregúntenles a los vikingos qué pensaban de un hombre sin barba. No por nada decir imberbe es casi un insulto.

Además la barba es necesaria. ¿Qué sería de un profesor universitario de literatura sin barba?, o si un hombre desea liberar a su pueblo y llevarlos a la tierra prometida en Israel ¿acaso alguien lo seguiría sin una barba que lo distinga? No digamos si para la próxima fiesta de Moni alguno quisiera disfrazarse de cavernícola; sin barba terminaría por parecer la chica del cavernícola.

Rasurarme es una súplica constante de mi pobre madre. Como psicóloga, jura que la barba es un signo de alguien que oculta algo. Mamá: soy un emo, pero dado que mi cabello (escaso y pegándole a chino) no se presta para los flecos, dejo que sea mi barba la que me resguarde del mundo. Es mi manera de decirle al mundo que lo odio, estoy triste, soy melancólico (a pesar de tener 22), me gustan las estrellitas, las películas de Tim Burton y los coros de mis canciones gritados, para que se sienta mi dolor. Ja, •$%&/” emos con razón les pegan.

Sospecho que muy en el fondo no desea que yo parezca más viejo por temor a que la gente asuma que ella misma es mayor de lo que dice ser. A mí me gusta tranquilizarla diciéndole –burlonamente, la verdad- que es mi manera de hacer homenaje a los apóstoles de Jesús. Ja, ja, ja si lo sé, ni eso respeto, pero ¿apoco no estoy a medio camino entre discípulo y beatle?

Veredicto: la barba se queda. Hay muchos hombres lampiños que desearían tener siquiera la opción de tener una. A ellos se los debo, de lo contrario sería como tener cédula y no ejercer. Además, si ya hubo alguien a quien le encantaba mi barba, seguro ya habrá alguien más en el futuro. Lo único, debo confesar, que me asusta y me preocupa sobre mi barba son esos pelillos rojizos que se asoman de vez en vez . Carajo, ¿será que Pippi es contagiosa? Así como en algún lado leí una vez, yo también creo que: antes perro que pelirrojo.

sábado, 17 de abril de 2010

El día en que el modelo se agotó.



Te parece increíble, pero ese día llegó. Si sorprendió al capitalismo –aunque algunos sostienen que no es cierto-, qué te haría a ti tan especial para no verte afectado por la caducidad que, tarde o temprano, alcanza a todo. El tiempo no perdona.

Pero, ¿qué tan natural fue todo el proceso?, ¿fue fortuito llegar hasta aquí? Parece pronto para reflexionarlo. Menos en días tan ocupados como los de la última semana. ¿Ya te sentaste a meditarlo? Obvio no. Se te ve. Aún así, sigues regresando al punto una y otra vez. ¿Dónde estábamos? Ah sí, definíamos culpas y determinábamos responsabilidades. Qué difícil, mejor a otra cosa. Ay si, ay si, ni que fuera un divorcio, ¡Maricón! ¡Afróntalo!

Maldita sea, este silencio me acorta los días y tu ahí chingue y chingue. ¿Y qué si lo evado? De todos modos no puedo cambiar el hecho de que tenga razón en muchas cosas y yo no tenga modo de explicarlo. ¿Y qué si busco culpables? Es natural, soy humano, y mexicano para acabarla de joder. Así que por definición debo actuar así, ¿no?

Después de todo, así te educaron, según dices. Pero no parece ser suficiente explicación. A estas alturas seguro ya no ves claramente el teclado. La culpa no la tienen los Strokes.

No, ya lo sé, pero ¿Por qué no puedo dejar de escuchar Under control? Desde el lunes nos rezumban las mismas palabras en los oídos: “I don't want to change your mind, I don't want to waste your time. I just want to know you're alright. I've got to know you're alright”.

En el futuro escucharás una canción y recordarás todo. Por ahora no es importante que sepas cuál exactamente será. Vendrá sola.

Los pambazos, el chocolate y el alcohol tampoco ayudan. Carajo, entonces ¿qué servirá? Quizá culpar al modelo de producción-consumo occidental. Sí, eso es. Todo es una mala broma prefabricada que te tiene condicionado a estar esperando siempre algo mejor. Maldita obsolescencia planificada. Maldita sea con su voraz y macabra intención de que todo sea útil, funcional y popular por un tiempo limitado.

Ya bájale. Es hora de tirar una moneda y seguir.

¿Ah, sí?, ¿a ver tírala tú?

domingo, 11 de abril de 2010

Towelhead.


Después de quejarme sobre no hacer nada en sábado decidí corregir eso. No leí, ni avancé en mi proyecto. Mejor, vi una película.

En esta ocasión la elección fue casi al azar. Towelhead (Alan Ball, 2007) es una película estadounidense difícil de clasificar. Tiene todas las características para ser un filme dramático (habla de racismo, violencia y despertar sexual, política); pero al mismo tiempo presenta secuencias realmente absurdas e hilarantes (gatos muertos, sátiras, estereotipos étnicos, etc.).

Si bien el título es tramposo, con clara intención de provocar -conmigo funcionó, por eso la vi-, es un buen pretexto para contar una historia y jugar con los prejuicios de las personas.

Al ver la película es imposible no hacer la comparación con American Beauty (sólo que en ésta vemos a una linda chica líbano-estadounidense en vez de a Mena Suvari, que más bien encaja en los choteados estándares gringos de lo que una lolita debe ser). Eso es entendible si vemos que son del mismo guionista. Lo maravilloso es ver qué se obtiene al mezclar Belleza Americana; Lolita de Nabokov; el mensaje de Crash; y situar toda la historia en un suburbio estilo Desperate Housewives.

En fin es sensacional para pasar el rato, aunque el final sea un tanto chato, Ja, ¿vieron? verso sin esfuerzo. Ya, buenas noches. Entrada cumplida.

sábado, 10 de abril de 2010

Sábado*.

Es sábado y podría estar haciendo muchas cosas. A pesar de eso, no hago nada. Supongo que en esta situación la mayoría dedicarían su tiempo a revisar su Facebook. Pff, perdón pero qué hueva.

No se qué despierta en mí más rechazo sobre el "carelibro". Las granjas, los comentarios o el tiempo desperdiciado en eso. Ya sé, lo que realmente me crispa es la desbordante egolatría que lleva a un individuo a creer que todos mueren por conocer sobre su vida, su manera de pensar y su imagen -por lo tanto ni siquiera me hagan hablar del !$%&?*/ twitter, del que no se sabe si es un genialidad o la mayor estupidez de la historia-. Lo más patético es que, seguramente, todos de verdad están interesados. Y eso, no sé de quién habla peor.

Sin embargo, lo que realmente me fastidia sobre todo eso es la actitud hacia la gente "rara" como yo que no tiene Facebook. Es verdad, somos los menos, pero ¿por qué subirse a una moda/tecnología que no lleva a nada? ¿es válido sacrificar la privacidad en aras de evitar el rechazo social? Digo, yo respeto, pero por qué dejar que eso nos convierta en apestados sociales, leprosos de la tecnología. Eso decidí y así afronto las consecuencias. Tal vez en el futuro alguien me quiera localizar para decirme algo importante y por no ser parte de las redes sociales. Ni modo, mala suerte.

Personalmente creo que todo eso habla pésimo de la sociedad. Antes para manipular y contener al pueblo se le daban espectáculos (gladiadores). También estaba el opio de las religiones, pero de menos eran unos complejos tratados filosóficos. Después se llegó a la producción de drogas para el control social. Pero, del mismo modo, significó un arduo trabajo de investigación y desarrollo. Ahora, irónicamente sólo les basta con mantenernos en contacto. Muy mal, ¡dejadotes!

*¿Ven lo que provoca escribir con prisas y no haber pensado un tema más interesante para publicar?

sábado, 3 de abril de 2010

Las gafas de Erlend.



De dos guitarras y dos hombres se podrían esperar muchas cosas. Una serenata o un duelo de virtuosismo sobre las cuerdas. Si esos dos hombres fueran latinos uno esperaría escuchar boleros, sones o bossa nova. Pero ¿qué ritmos podrían producir un par de noruegos? A mí, particularmente, me parece que lo último que esperaría de un dúo proveniente de esas frías tierras sería un melodioso, relajante y tropical bossa nova. Aunque me insistan en que la música es universal, ¿qué podría haber en Noruega que inspire esos acordes? De los brasileños, lo entiendo. Pero para este caso no tengo explicación.

La explicación, creo yo, viene del raro geniecillo – como todo buen genio- que “encabeza” Kings Of Convenience y otras bandas (como Whitest Boy Alive). Erlend Øye (con todo y la “O” de su nombre tachada, por caprichos de la fonética noruega) es uno de esos, hoy cada día más escasos, genios musicales, que todos admiramos y/o envidiamos. Con una propuesta difícil de definir (aunque ya lo intenté llamándola bossa nova), este dúo trae, en conjunción perfecta, unas letras reflexivas pero sencillas, acompasadas con un ritmo que va del indie al folk, hasta el pop. Mención aparte merecen los pasitos de baile de este individuo, que Paul desearía tomar prestados aunque sea para un sábado y así animar una de sus fiestas.

La idea para esta entrada nació a raíz del vergonzoso, pero irónico y trágicamente representativo, suceso en su último concierto en la Ciudad de México –como TWBA, ya publicitado por otros blogs de este grupo- , donde, en plena presentación, Erlend fue despojado de sus míticas gafas (¡Ay, Ay, ni que fueran las de Lennon!), sólo para que aparecieran horas después ofertadas en e-Bay con un precio de $10 mil pesos (¡no bueno, ni las de Lennon!, bueno, esas quizá sí).

El punto es compartirles algo de la música que ha formado parte de mi soundtrack personal de las últimas semanas, después de que los olvidé por un tiempo, pero que ahora retomo como compañía para caminar y relajarme. Sobretodo, relajarme – para lo cual son MUY recomendables-.

Como muestra les dejo este video que resume todo lo que les dije. Son seis minutos de gozo y buena vibra, y un claro ejemplo de la mundialización. Se trata, nada más y nada menos, de Kings of Convenience, interpretando un cover del rey del reggae, Bob Marley, con un grupo de coreanos a cargo de los coros. Disfruten.

jueves, 1 de abril de 2010

Bomba Estéreo.

Cuando uno tiene la percepción -errónea y reducida- de que musicalmente Colombia sólo es Shakira y Juanes; o Carlos Vives y el Binomio de Oro; y, ya con un poco más de conocimiento y gusto por la idea de los suramerican rockers, Los Aterciopelados, propuestas, como la de Bomba Estéreo, le resultan a uno sorpresas agradables y una esperanza para la música latinoamericana (que por estos días, uno asumiría perdida por culpa del reggaetón, o esa cosa que resulta de lo que los gringos entienden por latino o como ellos dicen “hispano”).

El punto es que cuando un festival como el de la Ciudad de México (recién concluido) presenta en su cartel de clausura a un grupo de colombianos, con una propuesta de cumbia electrónica, es una invitación más que tentadora. Más, si acompañándolos en el cartel se encuentra Nortec Collective. Entonces, el evento es casi una obligación para los melómanos.

Sin embargo, no les voy a mentir. Por razones que exceden los límites de la privacidad (ja) no pude ver en persona a esta banda. Pero la suerte – y el Canal 22- decidieron darme una Segunda Oportunidad (¡diablos! ¿Notaron la doble referencia a la televisión abierta mexicana en tan sólo una línea? ¡Qué pena! ¡Ojalá los dioses HBO, MTV y Fox, allá en el Sky, me perdonen algún día!).

Como sea, disfrute del concierto igual (dentro de lo que cabe). El concierto fue de menos a más. Como punto máximo de esa tarde noche se dio la presencia sobre el escenario de Rocko de la Maldita, cantando a dúo, con la linda vocalista de esta agrupación (que sobra decir que desde ese día ocupa un lugar en mi, muy personal, lista de las que me dan “morbito” –por favor no pidan explicaciones-). Me hice fan y terminé por prometerme que si alguna vez los vuelvo a ver anunciados iré corriendo. Si no, pues me sacrificaré y los tendré que ir a ver a Bogotá o Cartagena. ¿Alguien se apunta?

Me despido, pero les dejo un videíto de estos tipos, que suenan bien bacana (como dirían ciertos colombianos que conozco).