viernes, 13 de noviembre de 2009

Oxímoron I.

Sus vidas son unas constantes e interminables figuras literarias. En el afán de definir, explicar, concretar, precisar, determinar, especificar, delimitar, fijar, individualizar, reducir, circunscribir, limitar, diferenciar, catalogar, distinguir, puntualizar, exponer, detallar, aclarar, razonar, procesar y mostrar todo crean conceptos nuevos que definan la existencia. La vida acaba por convertirse en un oxímoron. Del desencanto a la esperanza; del júbilo al desconsuelo; entre éxitos y descalabros.

Últimamente sus vidas –y sus blogs- parecen estar llenos de vacíos. Nacen, viven, crecen, se reproducen y mueren en un mundo de soledades compartidas. Ustedes, individuos de una sociedad de masas, se sientan condenados a esperar en sus jaulas de oro de importación.

Cada minuto parece tener su símil en el siguiente inmediato. Y ese, en el que sigue. Nada parece tener fin. Todo parece la reverberación y el eco de algo ya visto y escuchado. Ahora sus vidas parecen compuestas de instantes eternos, pero sin la dosis de esperanza ni la promesa de juventud eterna que esto antes significaba.

El tiempo es lo que menos les preocupa. Pero este no deja de correr. El reloj los mira a ustedes, con su amenazante serenidad violenta. Ahí está, con esa actitud que se sintetiza en su mirada de mátalos callando.

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