jueves, 10 de septiembre de 2009

A los altos les va mejor en la vida.


Sin duda, un título demoledor y provocador. Un buscapiés mediático nada más. No hagan caso Lucie, Karlita, Yarely y demás chaparritas cuerpo de uva que deambulan por ahí. Pero que conste que no lo dije yo, lo dijo Princeton.

Así como lo oyen, esta universidad estadounidense realizó un estudio para determinar el nivel de satisfacción y éxito de las personas de acuerdo a su estatura. Bien dicen que el tema de investigación no importa. Las taradeces en las que uno puede gastar los recursos en el primer mundo, mientras que a nosotros nos quitan 200 mdp.

Como sea, seguro se preguntarán, ¿por qué en un día donde los encabezados de todos los diarios hablan de México y el mundial o del Secuestro profético-evangélico, viene este individuo a hablarnos de una nota irrelevante para el acontecer mundial y nuestra formación académica? Son varias las razones. La primera, precisamente busca eso, evitar hablar de algo que predeciblemente podríamos discutir o conocer en otras clases. En segundo lugar, ¿acaso alguien (con conocimientos mínimos de fútbol) dudó que México iría al mundial? La cuestión del “secuestro aéreo” la pase por alto por la pena ajena que me dio. Imaginen, por fin atraemos la atención del mundo, México podría ser el escenario de un evento como el 9/11, ¿y con qué nos salen? Con la categórica confirmación de que en México, un país “curioso” y surrealista, donde todavía nos matamos a balazos – por decir lo menos –, hasta nuestros secuestros parecen sketch de la Carabina de Ambrosio o Los Polivoces.*


Pero la verdadera razón de elegir esta nota es simple y llanamente una: yo, soy alto. Si como la imaginaron, pudieron una vez más las ganas de joder, aunque apenas sobrepaso por unos centímetros la estatura que el estudio considera como promedio (1.77 m). Ya en serio, me interesó por lo cuestionable de los resultados.

El estudio, hecho por psicólogos por cierto (¡guiño, guiño!), resulta más que cuestionable. Por principio fue hecho en los Estados Unidos, país con un promedio de talla y estatura bastante elevado. Por otro lado, su metodología se basó en una escala de automedición que pide a los participantes imaginar una escalera y situarse escalones más arriba o más abajo, según lo satisfechos que se encontraran con sus vidas. ¡Qué abuso! ¿Se imaginan el deseo de los más bajitos por ponerse, al menos metafóricamente, por arriba de los gigantones? Más frustración para los peques. ¡Carajo, ni así!


Y bueno, ¿quién no quisiera cambiar algo de su físico? Pero de ahí a afirmar que las personas más altas tienen mejores ingresos y mejor educación hay un trecho. De ser así ¿como explicamos a Calderón, Napoleón o Messi? (Santa Macarena, perdón por ponerlos en el mismo nivel).


La autoestima, la confianza y el éxito están determinados por muchos otros factores. Eso lo sabe cualquier lerdo. La diferencia consiste en que los altos ven todo con otra perspectiva. Obvio, todo se ve más claro si no tienes que dar saltitos.


*Para los más jóvenes, digamos entonces de La Parodia o la Hora Pico.

1 comentario:

  1. saltitos???...saltotes los que tengo que dar para alcanzar los libros de los estantes je je

    ResponderEliminar