
Yo no plagio, sampleo. Aunque parece lo mismo, en realidad es diferente. Prefiero ese término porque, aunque también es ilegal, se oye más cool.
Además, la referencia musical, el toque hip-hoper, le da un aire urbano. No es que la idea de plagio no tenga un sentido también urbano (más en esta ciudad), pero eso se debe a la tergiversación y mal uso de la palabra por La Prensa y el Alarma.
APA, Chicago, GB7714, GOST, ISO 690, MLA, SIST02, Turabian, etc. (y los que me pongan) son tecnicismos sin significado para mí. En las calles no hay ética (1) –bueno, supongo, al menos en Taxqueña no- y mucho menos hay tiempo para hacer diferencias entre citas textuales y paráfrasis.
Algunos me acusan de no ser creativo. Yo les digo que son aburridos e iletrados. Me baso en la idea de que todo seguramente ya lo han leído, es de dominio común o simplemente es cultura general. Si no, qué nacos, no es mi culpa. Lo de hoy son los Mash Up literarios. Por qué no empezar un texto, el esbozo de una novela, un ensayo, un artículo, o un guión cinematográfico, con algo así como:
Un fantasma recorre Europa, en algún lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme…
En el principio Dios creó el cielo y la tierra, en el entendido de que el fin justifica los medios…
Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que, entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz...
Confesión anónima de un sampler adicto.
El Kanye West de las letras.
(1) Confróntese con su barrio más cercano.
* Esta carta la descubrí vagando por internet, pero no digo de dónde exactamente como protesta (me niego a citar según dicta la norma de la FCPyS, me inclino más por el Freestyle en referencias y notas al pie de página), bueno, y también por envidioso.
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