
¿Por qué México no ha ganado nunca el mundial? ¿Por qué no somos una potencia deportiva mundial? Porque no tiene negros. Vean a Brasil (por que el ejemplo de Estados Unidos es demasiado obvio). Esa es la respuesta, simplista, que da Olallo Rubio en uno de sus podcasts.
La intención de esta entrada no es tratar de explicar por qué la selección mexicana no ha ganado, ni ganará en el futuro cercano, una copa del mundo. Si tuviera la respuesta, no tendría que ir a la escuela, trabajaría como asesor del Vasco y mi cheque lo pagarían entre la Coca-Cola, Banamex y la Femexfut. Sería el consentido de la junta de dueños del futbol mexicano. Como sea, no me voy a deprimir, después de todo es una pregunta que ha intentado ser respondida – fallidamente- por mexicanos, vascos, pichichis, argentinos, suecos y hasta serbios.
Tampoco pretendo iniciar una discusión sobre la negritud en la identidad mexicana o sobre determinismos raciales (qué hueva, ya pasé África), aunque reconozcan que es una observación desconcertante.
Esta duda me llevó a reflexionar sobre el tema –que arbitrariamente elegí para esta semana- de las Primeras veces. Fue eso y ver el entusiasmo que se apodera de mi sobrino de ocho años ante un juego de la selección mexicana, igual si juega contra Estados Unidos, Nueva Zelanda o Islandia. A él le da igual. Él se pinta la cara y reta a su mamá para ver los partidos de principio a fin, no importando que al día siguiente haya escuela.
Con todo esto en la cabeza, no pude evitar pensar en mi primer mundial. Ese que nunca jugué y, a como voy, seguro nunca jugaré. Me refiero a ese primer mundial que vives como aficionado, creyendo, por culpa de los medios, que es real la posibilidad de tu selección, ahora sí, gane algo.
Cronológicamente mi primer mundial fue Italia 90, pero bueno a los dos años y medio la palabra futbol no me decía mucho. Además, con el chasco de los cachirules, México ni fue.
Siguió Estados Unidos 94. Ya con seis años y una carrera futbolística iniciada, mi interés era mayor. Inexplicablemente, el recuerdo más claro que tengo de ese mundial no es García Aspe o Baggio fallando un penal; el autogol del colombiano Escobar (Q.E.P.D.); Hristo Stoitchkov consolando a Jorge Campos; ni siquiera el último mundial de Maradona y el inicio de su escandalosa despedida. No, nada de eso. El recuerdo más claro que tengo es yo sentado en un restaurante de Coyoacán viendo el partido de cuartos final entre Suecia y Rumania.
¿Por qué? hasta la fecha no lo comprendo. Debe haber sido la impresión que me causó ver a un grupo de rumanos llorando su eliminación, siendo transmitido en vivo a todo el mundo. Podríamos resumir este recuerdo, diciendo que la imagen de Ilie Dumitrescu (delantero rumano que, por raro que suene, a la postre jugaría en el América) fue importante porque mostró el dolor del fracaso, iniciando (al menos para mí) la era de la exposición global de imágenes en tiempo real –que en ese entonces era novedoso-.
Aunque para muchos el Caballo Negro de ese mundial fue Suecia, con Henrik Larsson y sus rastas, para mi el verdadero Caballo Negro fue Rumania, pues en su mejor actuación, y quizá la última a ese nivel, venció a Colombia, Estados Unidos y Argentina. No parece mucho, pero a mis seis años, esos tipos de apellidos raros, parecieron campeones.
*Si alguien sabe dónde puedo conseguir la playera de la selección rumana del 94, avíseme, porque en las pacas de ropa de la Pulguita no ha aparecido.
** La imagen que ven corresponde a la selección rumana del 94. Dumitrescu es el último de la fila de enfrente.
El chido era HAGI, nunca han vuelto a tener una generación tan virtuosa. Buen equipo pero lo que rifa de Rumania son las gimnastas.
ResponderEliminarMi momento favorito de ese mundial o el que más recuerdo fue el golazo de Berkamp a Argentina en los cuartos o semifinales.
pero hagi no jugó en el américa. además ese gol que dices fue en Francia 98... espera a la proxima entrada para comentar sobre ese mundial
ResponderEliminarMe gusta el futbol, pero definitivamente los hombres si que tienen memoria cuando hablan de él, para eso si tienen la capacidad de retener no solo nombres sino fechas, días y minutos ahí si son sorprendentes. No se hable de fechas de cumpleaños y de aniversarios porque ahí si que no funciona, en fin. Saludos
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