domingo, 6 de febrero de 2011

Un domingo cualquiera.

(Un domingo cualquiera es el título de una película de Oliver Stone. Pero puede ser también la manera de resumir el día de hoy. Reconozco que para millones de personas –y empresas- en el mundo esto no es así. Para ellos este es un “súper domingo”. Y todo por el futbol americano.

Este deporte, que la verdad me emociona muy poco y me entretiene todavía menos, encabeza la lista, muy personal y arbitraria, de las “cosas que no son tan chidas aunque el mundo crea lo contrario”. Jugarlo sí tiene un encanto particular. Admito que despierta instintos violentos en muchos hombres. Para otros muchos es sólo un pretexto para manosearse entre hombres. Sea como sea, si no saben de este deporte, les explicaré de qué va y así ustedes me dirán.

Verlo por la tele es apenas tolerable gracias al control remoto. Si te aburres, hay una jugada polémica, un tiempo fuera de 18 min. o un comercial de siete, siempre tienes la opción de cambiarle.

Aprovecho que ningún gringo leerá esto para confesar: su deporte es insufrible. Y verlo en vivo debe ser todavía peor. ¿Por qué? Analicemos parte por parte.

  • El estadio: casi en su totalidad son estadios al aire libre, lo que combinado con las bajas temperaturas que caracterizan a Estados Unidos lo hacen poco menos que una tortura.
  • La afición: entre los gringos la única regla parece ser: mientras mas ridículo, mejor. Así, puedes encontrarte rodeado de gente con pancartas, disfraces, pintados, encuerados, sombreros de queso y un largo etc. de incoherencias. Casi todos, hombres… y ebrios.
  • Las pausas: primero debemos entender algo. El futbol americano es un espectáculo diseñado para la televisión. Entonces, si estás en tu casa éstas pueden ser aprovechadas para ir al baño, por otra chela o para cambiarle de canal. Si por casualidad estás en el estadio te tienes que fumar esas pausas comerciales, desafíos de jugadas, revisiones, castigos y tiempos fuera padeciendo las condiciones antes descritas.
  • El espectáculo de medio tiempo: aunque Fergie –mmm- acompañada de sus amigos representantes de las minorías étnicas hoy dieron un buen espectáculo, en los últimos años en general se trata de espectáculos sobrevalorados. Mención aparte merece la racha de leyendas de la música que tuvieron sus 15 min. de tributo en este halftime show: Paul McCartney, The Rolling Stones, Bruce Springsteen y The Who.
  • El juego: cada partido dura en promedio 3 horas. Sin embargo, el tiempo activo de juego (cuando la pelota está en movimiento), es de 17 min. Eso sólo plantea una pregunta, ¿qué carajos sucede el resto del tiempo?
  • El precio: para explicar este punto sólo un dato: para este Super Bowl los boletos alcanzaron los 2400 USD, el estacionamiento del estadio 900 USD y ver el partido en las pantallas gigantes a las afueras del estadio 200 USD.
  • Los espectáculos paralelos: con esto me refiero, (¡aplausos!) a las porristas. Si tienes el tino de irle a cualquiera de los finalistas de hoy (Pittsburgh o Green Bay), lástima porque ninguno tiene equipos de animación. Pensándolo bien sólo para ellos esto es algo negativo. Para los demás es lo único rescatable.)

En otro orden de ideas, y antes de despedirme, la “frase de importación” de hoy:

“Un hippie es alguien que tiene el aspecto de Tarzán, anda como Jane y huele como Cheetah.” Ronald Reagan.

Todos tenemos un amigo (a) al que le queda esta frase, así que espero sea útil.

Para cerrar, un “video huérfano”: Se trata del comercial de PETA prohibido para esta edición del Súper Tazón. Una muestra dela doble moral de los estadounidenses. A mí personalmente ni así se me antoja la verdura. Sigo prefiriendo a las señoritas que aparecen en el anuncio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario