martes, 20 de julio de 2010

update.

Muy a mi pesar sé que es 20 de julio. Hace días que no veo un calendario, pero deduzco la fecha gracias a que hoy hace nueve días fue la final del mejor pretexto, ese que cubre ausencias y descuidos: el futbol.

Se acabó el mundial pero por la gracia de alguien que nos quiere mucho –no Dios, me refiero al encargado de calendarizar los horarios de la mina- todavía seguimos en stand by. Ya casi muere otro mes de este año. Sólo lo sé porque ya no hay distracciones ni excusas. Una voz interrumpe mis pensamientos y me recuerda: “Lo que sea que hayas querido dejar pendiente tienes que enfrentarlo ahora”. El futbol ya no está. Ni siquiera el cercano torneo local ayuda.

Ya solo quedan flashazos de un tiempo pasado. Aquel penal del “Loco” Abreu, en un partido igual de demente. El mejor que mis ojitos recuerden. Aquel penal que, sin temor a equivocarme, al menos 70 millones de personas de este lado del Atlántico sabíamos que tiraría al estilo Panenka. El mundo no es tan global después de todo, si un portero en Ghana no pudo estudiar esas obviedades. Abruptamente este recuerdo es interrumpido por otra imagen. Es una paraguaya, que en el nombre porta la definición (Larissa Riquelme dice su carnet de identificación). Jamás se escuchó un nombre más apropiado… de aquí en adelante deduzcan qué otros comentarios añadiría, los ahorro para una plática de cantina. Ahora entra en acción la parte de mi cerebro –o donde sea que sea geste el nacionalismo-. Mi subconsciente balbucea algo en alemán. “DEUTSCHLAND ÜBER ALLES”. Bueno al menos sobre Argentina. Vielen Dank. Solidaridad latinoamericana mis… digo, mi única duda es ¿por qué siempre Argentina? ¿cuándo seremos nosotros el equipo que sepa aprovechar y meter los goles cuando se necesita?

Pero me aferro. Traumas aparte, la verdad es que divago. Qué raro. En un tiempo el hombre se orientó en el tiempo gracias al movimiento de los astros, los ciclos migratorios de los animales o cualquier otro medio descubierto por un ocioso/observador/pensador de la antigüedad que, neceando (echándola), descubrió como imponerle su método de medición y su concepto de tiempo al resto de la humanidad. Gracias, qué preciso, qué correcto.

Hoy, sin embargo, estoy convencido que el tiempo se mide en años futbol. Soccer years para los gabachos. Así, hoy 20 de julio del año 147 d.F. (después el futbol) comienzo a reintegrarme a este su mundo. Me desconecté un tanto del resto. Así que pónganme al tanto. ¿Cómo va el plan de Calderón para volvernos potencia en 2030?, ¿o pudieron finalmente derrocarlo?, ¿Ana Bárbara sigue casada?, ¿y el Jefe Diego?, ¿qué pasó con las coaliciones en las elecciones de este año?, ¿arrasaron, perdieron?, ¿todos los candidatos llegaron vivos al día de la elección?, ¿siguen apareciendo cabezas?, ¿cómo va el león en su encrucijada?, ¿surgió alguna nueva república en los Balcanes?, y en Gobernación, ¿todo bien?

¡Bah! qué más da.